Héctor G. Riveros
Instituto de Física
UNAM
México, DF
riveros@fenix.ifisicacu.unam.mx
En todo México, y en otros países de América Latina, los
cursos introductorios de Física contienen los mismos temas que en
Estados Unidos y Canadá. Los libros de texto mas populares son el
Halliday- Resnick, Alonso-Finn, Serie de Berkeley, etc. Aunque existe
una variedad enorme en el detalle con que se dan dependiendo de la
especialidad. Pocas Universidades han implementado un sistema
departamental para dar sus cursos. Generalmente, cada facultad tiene
sus propios departamentos de Física, con la responsabilidad de
impartir los cursos en esa facultad. Por otra parte, para dar clase en
las Universidades mexicanas solamente se requiere un titulo
profesional de la carrera en que se imparte o una afín, aunque no
se tengan conocimientos de Didáctica o Pedagogía. Los
físicos existentes no son suficientes y tienen que abrirse paso en
Universidades con tradición de muchos años. Tradicionalmente
la física se imparte por ingenieros o químicos, a los cuales
no es posible ni conveniente hacer a un lado.
El profesor tradicional da su clase como se la enseñaron, haciendo uso preferentemente del gis y el pizarrón. En las Universidades suelen darse cursos de Actualización para profesores en los que se trata de darles armas para mejorar sus clases. Generalmente estos cursos son impartidos por expertos en enseñanza, pero con pocos conocimientos de Física, lo que dificulta que puedan usar ejemplos relevantes. Para el estudiante universitario la Física es una herramienta que tiene que aprender a usar para aplicarla en su vida profesional.
Aunque hay grandes progresos en los estudios sobre enseñanza-aprendizaje todavía no hay ningún sistema de aplicación universal. Los proyectos PSSC, Harvard, Nuffield, etc., han tenido éxitos temporales en el nivel de enseñanza media superior. Mientras el profesor mantiene su fe, funcionan. Por otra parte estamos generando información a un ritmo sin precedente. Lo importante ahora no es saberse de memoria muchos datos, si no como manejar la información. La existencia de computadoras cambió nuestra manera de trabajar, y por lo tanto es necesario usarla en el aula. Pero cada profesor necesita adaptar los nuevos conocimientos didácticos y las nuevas tecnologías a su manera de dar clase. Lo importante no es lo que se enseña, si no como se enseña. El enseñar Física permite introducir a los placeres del razonamiento, y pensar es un arte.
Profesores y estudiantes tienen dificultades para enlazar la teoría con la vida real. Los profesores reciben cursos acerca de las diferentes teorías sobre el proceso enseñanza-aprendizaje o cursos sobre Física, pero tienen problemas para aplicar esas ideas en sus clases. Análogamente, los estudiantes reciben muchos cursos de Física, pero tienen problemas para diseñar un experimento encaminado a resolver un problema. Tengo un curso corto para profesores, en el que trato de ayudar a resolver este problema, mostrando con el ejemplo, las diferentes posibilidades de relacionar la teoría con la vida real, usando con los profesores los mismos procedimientos que con los estudiantes. El aprendizaje se produce cuando el alumno cambia sus conceptos, verdad descubierta por Sócrates y conocida ahora como constructivismo.
Se comienza por mostrar una manera operacional de impartir un curso constructivista, investigando primero los preconceptos de los estudiantes en un plazo razonable. Como ejemplo, se les pide que recuerden sus preconceptos sobre enseñanza, lo que saben sobre Pedagogía, Didáctica, Psicología, Tecnología Educativa, etc., incluyendo el manejo de instrumentos e interpretación de datos, con y sin ayuda de la computadora. También se les pide que recuerden las características positivas y negativas de sus mejores y peores profesores, para recalcar el papel fundamental de algunos profesores en su vida. Según da su clase, cada profesor escoge como quiere ser recordado por sus estudiantes.
Conociendo sus preconceptos y necesidades, se escogen las actividades del curso, haciéndoles sentir que son relevantes para su clase, desde discusiones teóricas al diseño de demostraciones y experimentos. Los profesores saben lo que necesitan para ser mejores profesores; en cambio, los estudiantes estudian para pasar el examen, lo que realza la importancia de la evaluación. Como aplicación práctica se usa la preparación de su siguiente curso: desde el tiempo dedicado a cada tema, hasta cómo evaluarlo y cómo enseñarlo. Para cada tema, el profesor necesita encontrar el uso que el estudiante hará de él, evaluar si sabe lo que se supone debe saber y el mejor procedimiento para enseñarlo. Para lograr todo ésto, el profesor necesita integrar el uso de sus recursos teóricos y experimentales, sus posibilidades de evaluación, los preconceptos de los estudiantes y su propia experiencia.
Se plantean los contenidos de cada tema, considerando que los conocimientos de Física son una herramienta importante. La historia de la Física ayuda con ejemplos y las aplicaciones en su profesión o en la vida diaria la hacen relevante para el estudiante. El definir las evaluaciones en cada tema antes de impartirlo, ayuda a escoger el mejor procedimiento para su enseñanza. Solamente cuando algo nos interesa, hacemos las conexiones mentales que nos permiten mantenerlo en la memoria sin esfuerzo aparente, y ésto es lo que llamamos aprender.
De los diversos cursos impartidos con este formato, se concluye que la actividad que más satisfacciones proporciona a los profesores es el diseño de demostraciones y experimentos, con los materiales disponibles en sus laboratorios; ya que descubren que es posible predecir y optimizar una demostración, generalmente con modelos sencillos de la situación. El relacionar las condiciones teóricas del modelo con las condiciones experimentales, permite un conocimiento integral de la Física. Enseñar Física introduce a los placeres del razonar y al Arte de Pensar. Enseñar un Arte es también un Arte y por lo tanto placentero.